Panamá: El Sistema Penitenciario se congestiona.

Hoy he tenido la oportunidad de leer en un periódico nacional dos noticias que a mi entender corroboran la opinión que expresé en el artículo “La delincuencia, un problema de todos.” publicado en la Revista Jurídica de Panamá. Según la información del diario las noticias comentan lo siguiente:

1. Debido a la implantación del nuevo sistema “Pele Police” ingresan en las cárceles del país, todos los meses, alrededor de unas 300 personas con casos pendientes. La ministra de Gobierno, Roxana Méndez afirma que hay una mayor efectividad en los operativos que se ejecutan contra los casos penales. Sin embargo, dicho mecanismo, está causando un mayor congestionamiento en las cárceles, lo que nos lleva a ser ágiles en la búsqueda de otras alternativas, porque las cárceles no han crecido y están pasando por situaciones críticas en el sistema. Planteó que con estos nuevos detenidos se aplican medidas cautelares, mientras se lleva a cabo el proceso. Méndez confirmó que en las próximas semanas podrían salir a las calles 600 detenidos bajo libertad condicional.
2. Para reducir el grave hacinamiento en el Sistema penitenciario, el Ministerio de Gobierno construirá nuevos pabellones y adecuaciones en las cárceles. Estas obras estarán valoradas en B/ 5 millones. Para el Ministerio de Gobierno esta es una “medida de emergencia” a corto plazo ante la realidad del sistema. Se adelantó que ya se tiene la orden de proceder para la edificación de la megacárcel, que costará B/ 158 millones.

En mi artículo, yo englobo este tipo de actuaciones dentro de lo que denomino el “frente activo”, es decir, medidas que deben ser tomadas para hacer frente a la situación actual. Y que como parece pueden ser muy efectivas, pero todo tiene sus consecuencias y desde mi punto de vista de seguir así la situación uno de los nuevos puntos débiles del sistema será la “Libertad Condicional”, ya que, ante la saturación del sistema penitenciario y el miedo al colapso pueden acabar siendo más benevolentes las condiciones para obtener dicha libertad condicional convirtiendo este proceso en una puerta de salida.

Esto implica que cuantos más presos salgan en libertad condicional más se incrementará el número de presos que bajo esta condición vuelvan a cometer delitos, provocando el quebrantamiento de su libertad condicional, lo que a su vez, implicará una pena más gravé y en consecuencia tendrán que pasar más tiempo privados de libertad.

Todo esto seguirá alimentando el sistema de forma exponencial hasta hacerlo insostenible. Si bien es cierto, que deben tomarse este tipo de medidas para afrontar la situación de inseguridad actual y poder garantizar la seguridad del resto de los ciudadanos también debe tenerse en cuenta que el objetivo principal es evitar que la gente entre en prisión y que la gente que está en prisión pueda salir de ella con unas altas garantías de no regresar, utilizando para ello unos buenos programas de reinserción. Algo a lo que seguramente se le presta poca atención por tener que dedicar más recursos a la búsqueda de espacio físico para seguir ingresando presos.

Desde mi punto de vista la mejor forma de evitar que la gente entre en prisión es a través de lo que denomino el “frente preventivo” y que básicamente se trata de adoptar medidas sociales que ayuden a entender y combatir el problema desde su raíz. Porque la delincuencia es un problema de todos y del que no podemos escapar.