Panamá y sus reformas penales

Cuando un elevado número de ciudadanos en un país considera que su calidad de vida se ve afectada por los actos delictivos de otros ciudadanos, los primeros tienden a formar agrupaciones para luchar contra los segundos. Esta lucha se lleva a cabo a través de manifestaciones y movilizaciones que generan una llamada social con el fin de que el gobierno tome medidas para por lo menos mejorar la situación.

El gobierno por su parte debe tomar conciencia de esa llamada social. Por lo que se ve el gobierno de nuestra nación tomo en consideración las manifestaciones y movilizaciones que se realizaron a raíz de los graves actos delictivos que vienen ocurriendo desde hace tiempo.

Se podría criticar porque el gobierno no toma las medidas oportunas antes de que los ciudadanos las reclamen. En lo referente a la delincuencia se habrían evitado algunas muertes, por lo menos de las victimas de los delincuentes.

Lo que me parece preocupante es la medida adoptada para intentar solucionar el problema. Supongo que no hay que ser muy listo para darse cuenta de que aumentar las penas no soluciona absolutamente nada el problema, más bien lo agrava.

Esto me lleva a la conclusión de que el gobierno está echando tierra encima de un problema que quiere tapar. Por desgracia el problema volverá a salir a la luz, pero para cuando salga ya habrá otro gobierno, aunque sea del mismo partido, que tendrá que enfrentarse al problema. En fechas electorales es necesario esconder la basura aunque sea debajo de la alfombra para que no se vea, ya la barrerá el próximo que venga.

Reflexionemos sobre el por qué esta medida agrava el problema en vez de solucionarlo:

Primero, la mayoría de los delincuentes que comenten un crimen no piensan si van a estar en la cárcel 30 o 50 años, o sea, que no sirve como medida disuasoria o correctora.

Segundo, un aumento de las penas implica que los delincuentes estén más tiempo en prisión lo que también implica el gasto que esto genera. Esta medida estaría bien si los delincuentes fuesen limitados, el problema está en que si no se toman otras medidas llegará un momento que la mitad de la población trabaje para mantener a los delincuentes que están en la cárcel.

Tercero, de que sirve aumentar las penas si después se pueden reducir de una manera bastante cuestionable.

Sería mucho más lógico que en vez de gastar el dinero se invirtiera. El problema de la delincuencia es la consecuencia de otros problemas sociales como la educación, las familias desestructuradas, la falta de salidas profesionales. etc.

Uno de lo pilares básicos de toda sociedad es la educación. Esta debe tener un plan de estudios bien estructurado y acorde con las necesidades sociales y por supuesto debe ser obligatorio hasta un primer ciclo para todo ciudadano en edad escolar. Finalizando este ciclo se debe informar y orientar a los alumnos de las demandas sociales para que puedan elegir su futuro laboral.
Cuando una persona tiene una formación básica y ha aprendido un comportamiento social adecuado es mucho más probable que elija el camino de la integración social y no el de la marginación social.

Estoy completamente convencido de que muchos delincuentes si hubiesen tenido oportunidad de estudiar y trabajar hubieran aportado mucho a este país.

Panamá es un país con una gran inversión extranjera lo que quiere decir que si los de fuera están dispuestos a invertir dinero en explotar nuestros recursos porque no podemos hacerlo nosotros.

Muchos de los problemas de este país no están en la falta de recursos sino en la forma de pensar y en la planificación. Vale más hacer poco y bien que mucho y mal.

Esperemos que el nuevo gobierno venga con las ideas más claras y no termine barriendo para debajo de la alfombra.